martes, 25 de octubre de 2011

NAGASAKI “Nagasaki”

(Leyenda Records)

Después de patearse ampliamente los escenarios, sobre todo madrileños, y haber compartido tablas con un montón de bandas, por fin los chicos de Nagasaki ven plasmado su esfuerzo en forma de soporte discográfico con este primer CD. Un disco grabado durante este 2011 que incluye nueve cortes de hard rock melódico y divertido de clara influencia ochentera en los que, aportando una más que competente instrumentación y trabajo vocal, sin complicarse en exceso la vida con enrevesadas composiciones para crear unos temas claros y directos. Desde el inicio con “Tocar El Cielo” ya está claro por donde van los tiros, una canción llena de ritmo y motivación con un punto más heavy en los coros del bajista Luisma Hernández (Santelmo) y de la teclista Rosalva Alonso, ambos también en Arwen al igual que el otro teclista Roberto P. De Camus que marca el inicio del tema. Por su parte el cantante Marko Vrtovek saca adelante su labor con solvencia, bien apoyado siempre por los mencionados coros, como podemos apreciar en la más melódica a lo Sangre Azul “Como Un Sueño” brillando el guitarrista Alan Cueto y el batería Jorge Sáez (ex Dark Moor) con un típico break que marca una buena subida de ritmo. Sigue la línea creciente en “Sirena De Cristal” con unas trabajadas voces dobladas dejándose notar la de Rosalva junto a unos marcados dibujos de bajo a cargo de Luisma y unas virgueras aportaciones de guitarra de Alan, que continua destacando en “Mujer De Hielo” con un rollo más escandinavo a lo Treat, John Norum dentro de un ritmo medio combinando de nuevo voces y teclas con acierto, como sucede en la más A.O.R. “Sin Rumbo” con las voces más matizadas y potentes, para cerrar de forma más cañera con la sólida “Obsesión” recordándome de nuevo a los Sangre Azul más duros. La balada no podía faltar, en este caso la electroacústica “Alas Rotas” pone la pausa con pasión y suavidad de la mano de las voces de Marko y Rosalva, que desaparecen para dejar el protagonismo total al resto del grupo en la instrumental que le da nombre “Nagasaki”, que comienza lenta con piano y arreglos de cuerda para acelerar rápidamente creando una trabajada composición intensa y entretenida llena de ritmo y que lejos de ser un mero ejercicio de exhibicionismo técnico supone uno de los momentos más remarcables del disco. Un buen trabajo de estos trabajadores y competentes músicos que siguen mostrando su versatilidad y calidad en todos sus proyectos, ya sean más heavies y progresivos (Santelmo, Arwen, Dark Moor, Ad Astra) o más melódicos y hard rockeros como este que nos ocupa.
Mariano Palomo